Mi experiencia como voluntaria
Autor: Silvia Fdez
Fecha: 26-11-2002 21:52
Foro: Faro de Vigo

A la vista de todas las noticias que me llegaban sobre el Prestige en aguas de Galicia, y con el corazón encogido por la gravedad de los hechos, este domingo decidí acercarme al norte y tratar de ayudar en lo posible. Al tratar de obtener información sobre lo que se podía hacer, donde ir y cómo ayudar, la respuesta siempre fue la misma: no necesitamos gente. Desconfiando de lo que la Administración decía y ante las informaciones contradictorias y las mentiras que se decían decidí coger el coche e ir por mi cuenta. El destino me llevó a Muxia, una de las zonas más afectadas, y allí contacte con Protección Civil. A partir de ese momento empecé a descubrir la gravedad de toda la situación y la montaña de información falsa que tanto el Gobierno (central y autonómico) como los medios de comunicación están haciendo llegar a toda España.

Cuando afirmaban que el barco estaba a 20 millas de la costa los marineros afirman haberlo visto a tan sólo dos (la gente del mar sabe perfectamente cuanto es una milla).No es verdad que las playas se vayan a recuperar en unos pocos meses. Eso es imposible. Mires donde mires el petróleo y el fuel lo invaden todo. Las aguas cercanas a la costa están plagadas de manchas que continuamente entran en las playas. Allí, en una de esas playas estuvimos desenterrando fuel pastoso que estaba medio metro enterrado en la arena. Pero lo peor, lo más vergonzoso es que después de tantas negligencias cometidas, están actuando del modo más vil que el ser humano puede actuar. No sólo es que no se están preocupando de limpiar, es que además están impidiendo que la gente se acerque a la costa para ayudar. Ayer un conocido habló con Greenpeace y le contaron que les habían expulsado de las playas y que no les dejaban trabajar. Hay muchas personas que se han anotado en listas fantasmas de la Administración bajo la promesa de que les llamarán cuando necesiten gente (¿cuándo? Se necesita limpiar ya antes de que ese veneno se filtre más en la tierra). Lo peor, nos decía un marinero que forma parte de Protección Civil, es que no quieren que limpies y tratan de impedirlo por todos los medios.

El otro día la delegación del Gobierno envió gente a las playas con la orden de que Protección Civil paralizase las labores de limpieza. La razón: no hay explicaciones. Después uno lee en el periódico que se está contratando gente, que hay muchos voluntarios. Pero la realidad es bien distinta. A las personas que superan la traba administrativa y consiguen ser voluntarios sólo se les facilita un traje , una mascarilla, y unos guantes, además de una pala y un cubo para cada dos (no hay una pala para cada persona), y en otros sitios ni eso. No hay escavadoras (sólo una para toda la zona, es la que se encargan de que salga en la tele), no hay tractores con que trasladar el petróleo ni ningún otro medio, ni siquiera una simple carretilla. Eso obliga a tener que recorrer las playas de una punta a otra cargando (entre dos) con un cubo lleno de petróleo que debe pesar entre 10 y 20 kilos dependiendo de lo lleno que esté, y provocando una gran pérdida de fuerzas y de tiempo. Los contenedores escasean. Uno se ve obligado a amontonar el petróleo que saca encima de la tierra, con el riesgo de contaminación, a la espera de que la única excavadora llegue a esa playa para llevárselo (el domingo amontonamos más de una tonelada encima de la hierba y casi no se noto el trabajo que hicimos en la playa. Eso te hace sospechar que hay más de la cantidad que se dijo). Pero claro, es mucho peor que esté en la playa. Por otro lado, mientras uno trabaja en la playa está viendo como más y más manchas entran una y otra vez sin que se ponga ningún barco pequeño que se acerque a la costa para recogerlas antes de que impregnen aún más las rocas (los barcos sólo están en alta mar).

Las condiciones de trabajo son penosas; los gobernantes no se preocupan de los voluntarios porque lo que tratan de conseguir es que no vayas allí. No te cubren siquiera la necesidad más básica y barata que es darte agua, y los miembros de Protección Civil no dan abasto para cubrir la gran cantidad de playas que hay. Hay gente que se queda a trabajar varios días a cambio de dormir en un polideportivo donde hay colchonetas y por una sola comida al día (para repartir entre el desayuno, comida y cena).

No es posible tanta incompetencia si no está hecho a posta. Limpian la arena de la playa principal para sacarla en la televisión y afirmar con total rotundidad que el gobierno está siendo eficaz en la limpieza,¡MENTIRA!. Sólo los voluntarios y los escasos miembros de Protección Civil se preocupan de los centenares de calas,pequeñas playas y rocas que abundan por toda la costa. Hoy leía en el periódico que estaban contratando operarios a través de Protección Civil para limpiar y que les pagaban 30 euros al día. Llamé a un amigo que se ha quedado toda la semana en Muxia limpiando con los marineros que forman parte de Protección Civil y me confirmó que allí (que es el centro de la zona afectada) no se sabía absolutamente nada del tema.

La indignación que sentimos los gallegos, se une a la impotencia de ver como el Gobierno se preocupa sólo de que esto no le genere responsabilidades políticas y de ocultar por todos los medios la verdad. Desconozco que se tendría que haber hecho con el barco, si acercarlo o alejarlo. Lo que me rompe el alma es ver el daño y que no quieran hacer nada para remediarlo. Esto no es demagogia, lo he visto con mis propios ojos y lo he sufrido. Se escapa a mi compresión cual es la razón de actuar así. Tal vez que el mal sea el peor posible para conseguir ayudas de la UE, tal vez acabar con la pesca en Galicia y así evitar los problemas de cupo,... no lo se, pero sea lo que sea el accidente les ha venido al pelo para conseguirlo.

Esta semana he llorado de impotencia y rabia, y visto llorar a la gente que me rodea. El sentimiento general es que si esto hubiera pasado en otro sitio sí se habrían tomado las molestias de arreglar la situación. Mientras tanto los gallegos haremos lo que podamos con o sin los políticos, confiando nuestro medio de vida a la fuerza del viento, y esto en pleno siglo XXI. Me pregunto como ciertos políticos pueden dormir por las noches. Tal vez la conciencia la tengamos sólo unos pocos. Sólo se que mi trabajo es explicar la Constitución y estos días me resulta especialmente difícil creer en ella.


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